En Reformas JRC la realización de una reforma integral de una vivienda es una tarea que requiere tiempo, esfuerzo y planificación, pero que puede proporcionar grandes beneficios en términos de mejora de la calidad de vida, revalorización de la propiedad y adaptación a las necesidades de cada persona. En este artículo, queremos enseñarte las fases de una reforma integral y traerte más información sobre las mismas, ofreciéndote consejos y recomendaciones para que tu reforma integral sea todo un éxito.

Fase 1 de una reforma integral – ¿Qué quiero reformar?

A través de una llamada o una primera reunión, os conocemos un poco más con el único fin de descubrir y analizar las necesidades que tenéis como propietarios de la vivienda. Es fundamental que tengáis claro qué es lo que se quiere cambiar o mejorar en la vivienda, así como las razones por las que se lleva a cabo la reforma. De cualquier modo, nosotros actuamos como guías ayudándoos y asesorándoos para que escojáis la mejor de las opciones, siempre teniendo en cuenta el momento de actual de vuestra vida y sus necesidades presentes y futuras, como por ejemplo, un nuevo miembro en la familia o encontrar un espacio para trabajar desde casa. Esta, aunque parezca obvia, es la primera de las fases de una reforma integral, ya que conociendo el objetivo, podemos trabajar de forma más concreta y eficiente.

Fase 2 – Planificación y distribución de los espacios

Esta fase de una reforma integral es la que, tanto a propietarios como a arquitectos, más ilusión nos hace. Es el momento de imaginar, de pensar en cómo quieres tu vivienda y qué posibilidades nos ofrece. La nueva distribución debe ser planificada al milímetro, con una representación gráfica que os permita visualizar el estado futuro de la vivienda una vez finalizada la reforma. Para ello, es recomendable contar con un equipo preparado y especializado en este tipo de proyectos, ya que van a ser capaces de ofrecer soluciones personalizadas y adaptadas a las necesidades y gustos del propietario. Además, al tener que modificar elementos estructurales y de origen de la vivienda, contar con el equipo adecuado para evitar sobresaltos es fundamental.

Fase 3 – Presupuesto y contrato de obra

Otro aspecto muy importante a tener en cuenta, por motivos obvios, es el presupuesto. Antes de iniciar cualquier obra, es importante tener un presupuesto claro y detallado que incluya todas las partidas y materiales necesarios para llevar a cabo la reforma. Es importante que el propietario tenga en cuenta que, en muchas ocasiones, los imprevistos pueden aumentar el coste de la reforma, por lo que es recomendable contar con un margen adicional en el presupuesto para afrontar cualquier contingencia que pueda surgir. Siempre se trabaja al detalle para conseguir un presupuesto milimétrico y que no quede nada al azar, sin embargo en ocasiones pueden surgir situaciones o incluso cambios en la distribución, aceptados por los propietarios, que hagan que el presupuesto tenga ligeras modificaciones.

Por otro lado está el contrato y las licencias de obra, aspectos fundamentales para que los trabajos se realicen dentro del marco que recoge la ley. Este contrato debe garantizar la calidad de los trabajos y los materiales a utilizar, así como establecer un precio cerrado y un plazo de entrega acordado. De esta manera, se evitan malentendidos y problemas futuros relacionados con la ejecución de la reforma.

Por último, es necesario obtener todos los permisos y licencias necesarias para llevar a cabo los trabajos. En el caso de una reforma integral, se trata de obras mayores, por lo que es imprescindible contar con las licencias correspondientes. En caso de no obtener las licencias necesarias, el propietario puede enfrentarse a sanciones económicas por parte de la Administración y, en algunos casos, la demolición de las obras realizadas.

Fases de una reforma integral

Fase 4 – Entrega de la obra

Nuestros proyectos de reformas integrales son proyectos «llaves en mano». ¿Qué significa esto? Pues que nuestro equipo trabaja durante 3-4 meses de forma autónoma, liderando y guiando la reforma de la vivienda con todos los gremios que intervienen, con el único fin de entregar la vivienda a sus propietarios completamente terminada y lista para entrar a vivir. Además, durante el proceso, nuestro equipo mantiene comunicación directa con los propietarios, realizando visitas periódicas y explicando todos los detalles del proceso.

Características comunes de una reforma integral

Ya hemos analizado las distintas fases de una reforma integral. Ahora conoceremos las características y actuaciones comunes que tienen las reformas integrales, aunque siempre pueden variar en función del proyecto.

  • La sustitución o reparación de instalaciones: Uno de los aspectos más importantes de una reforma integral de vivienda es la revisión y reparación de las instalaciones eléctricas, fontanería, calefacción y otros sistemas de la vivienda. Este trabajo implica la sustitución de tuberías o cableado, la instalación de nuevos sistemas de iluminación o la incorporación de sistemas de climatización más eficientes, como el suelo radiante refrigerante.
  • Redistribución de espacios: otra característica común de una reforma integral de vivienda es la redistribución de los espacios. Esto se traduce en la modificación de la tabiquería para conseguir espacios más abiertos, crear nuevas habitaciones o transformar la división de la vivienda.
  • Cambios estéticos: las reformas integrales de vivienda siempre incluyen cambios estéticos, ya que se acomete la renovación del suelo, pintura y alisado de paredes, sustitución de puertas, ventanas, baños y cocina. Por lo tanto esto, y añadido a la redistribución del espacio, se traduce en una modificación estética de la vivienda que la transforma por completo.

Ya conoces las diferentes fases de una reforma integral y sus características comunes. Ahora te toca a ti. Si llevas soñando con transformar tu hogar puedes contactar con nosotros, te asesoraremos y acompañaremos durante todo tu proyecto.

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